Son varios los amigos profesionales y amateurs del periodismo que me han pedido algunas recomendaciones sobre cómo protegerse en estos tiempos conflictivos, sobre todo aquellos que aman el peligro y van hasta el “frente de batalla” para buscar la noticia.
A continuación desarrollo tres claves básicas de seguridad vinculadas a los procesos de gestión de riesgos en terrenos de conflicto. De estas breves sugerencias pueden derivarse otras mucho más específicas, que posiblemente desarrolle en función de los niveles de violencia que se puedan alcanzar en Venezuela en el futuro inmediato.
A alguien no le vas a gustar: El trabajo periodístico siempre va a resultar molesto para al menos, una parcialidad envuelta en el conflicto. Para estos, el reportero deja de ser un testigo imparcial y se convierte, sin quererlo, en un actor de peso en medio de la confrontación. Tanto para el corresponsal o fotógrafo de campo, como para el analista, es vital identificar dónde se encuentra su flanco seguro y cuál es su lado de mayor exposición. Al momento de cubrir la noticia establece la base de operaciones en territorio amigo y planifica bien las incursiones a zonas de riesgo. Recuerda que los periodistas pueden ser vistos como “enemigos” y ser agredidos, inclusive en momentos de aparente calma. Latinoamérica es, por cierto, la región del planeta dónde fallecen más periodistas en el cumplimiento de sus labores.
Cuídate tú, luego tus equipos: para el reportero de campo, su teléfono, cámara o libreta son más que indispensables, por ello los cuidan hasta con la vida. Sin embargo, en momentos de alto riesgo o ante la embestida de autoridades que agreden para arrebatar el material de trabajo es necesario actuar con calma. Protege los equipos pero no a costa de tu propia integridad física. Aprovecha la tecnología y las ventajas de archivar registros de manera remota antes que en las memorias internas de los dispositivos. En misiones de alto riesgo utiliza equipos de protección personal tales como; chalecos blindados, cascos, lentes, botas y rodilleras, no lleves elementos pesados o difíciles de transportar y evalúa si el costo de los celulares y las cámaras que vas a utilizar están acordes a la probabilidad de perderlos. Ten presente que tanto policías como delincuentes aprovechan el caos y la anarquía para robar.
La mejor historia no está necesariamente en la línea de fuego: el periodista sale a la calle a captar la realidad bajo su propio lente. Los días que nos ha tocado vivir están repletos de narrativa y a veces, las mejores se esconden en los rincones del campo de batalla. Al ubicarte para cubrir la noticia evalúa el sitio según la cercanía a la primera línea de fuego, las vías de escape cercanas, el número de personas que pueden rodearte, la amplitud y distancia de visión sobre el terreno y las rutas por dónde pudieran aparecer agresores secundarios. Nunca vayas solo, identifica sitios amigables dónde pudieras refugiarte en casos de emergencia y no juegues con la adrenalina. Si sientes que el peligro está demasiado cerca hazle caso a tu intuición y muévete a espacios más resguardados.
En las últimas semanas he visto fotos y videos que han marcado mi forma de entender lo que vivimos en Venezuela. De igual manera, he leído historias que me han oprimido el corazón haciéndome más sensible a lo que nos pasa. Los periodistas que exponen sus vidas para sentarnos en esta primera fila de la realidad son también unos héroes que necesitamos cuidar. La próxima vez que salgas a las calles a manifestar ayúdalos en su trabajo y adviérteles los peligros, pues a veces, la pasión por informar les hace invisible los riesgos.
@seguritips