El Modelo Aplicado a Procesos de Seguridad se actualiza en una nueva edición
Ocho años apenas han transcurrido desde que publicamos “Carta de Navegación para una Organización Segura” o simplemente MAPS como lo llamamos desde un principio. Decimos apenas, porque son muchas las experiencias que este proyecto nos ha brindado en tan corto tiempo. Decenas de consultorías desarrolladas, foros y talleres dictados, pero, sobre todo, cientos de personas que, de una u otra forma, hemos tocado con ese modesto librito azul publicado con gran esfuerzo en el 2013.
Quizás el lector encontrará en esta versión una visión un poco más “filosófica” de la seguridad pero que no pretende restarle al MAPS el valor práctico de guía que fue como lo concebimos originalmente.
La primera edición del MAPS, en sus líneas finales, invita a sus lectores a aceptar el reto de mover a las organizaciones desde un espacio (cuadrante) de vulnerabilidades y reactividad, al terreno de la resiliencia y la prevención.
En esta nueva visita al Modelo Aplicado a los Procesos de Seguridad, y con un buen cúmulo de experiencia, hemos agregado un nuevo capítulo para el desarrollo de una Cultura de Seguridad que contempla la incorporación de la seguridad en la cultura organizacional, dándole así, al proceso de la prevención, la robustez merecida e indispensable en una organización segura.
Construir cultura de seguridad es formar parte activa de una especie de tejido invisible, pero poderoso, que nos previene y protege de peligros. Es ese intangible que recubre a individuos, organizaciones y sociedades para hacerlas más previsivas y resilientes. Así empieza nuestra propuesta, poniendo en orden los conceptos.
Si bien la literatura sobre la gerencia del cambio de cultura es abundante, es poco lo que se ha escrito en lo relativo a la cultura de seguridad. Hemos dicho que el primer objetivo de la seguridad es crear consciencia del riesgo, por tanto, su cultura tiene que apuntar a mover las fibras de quienes toman las decisiones para insertar progresiva e irreversiblemente, en el ADN de las organizaciones, actitudes y aptitudes que nos alejen de las fuentes de peligro.
Todo cambio de cultura pasa por un sentido de urgencia necesario para motivar a los individuos y organizaciones a moverse en la dirección correcta, pero es realmente cuando la realidad nos presiona a niveles críticos que nos vemos obligados a convertirnos en algo distinto. Fallar en comprender la urgencia puede ser costoso y de impactos irreversibles. En este nuevo MAPS detallamos paso a paso la ruta del cambio enmarcada en una visión de futuro con un alto poder transformador.
Dicha visión de futuro debe considerar los escenarios más probables dadas las condiciones del entorno, de la evolución tecnológica y del comportamiento de los riesgos. En ese sentido, no podemos dejar a un lado el impacto de la pandemia del Covid-19 la cual ha acelerado la adopción de tecnologías que ya venían en desarrollo, nos ha enfrentado a riesgos más globales y de mayor complejidad, y nos confronta a la necesidad de ampliar nuestros análisis de riesgos ante una realidad de mucha más incertidumbre.
Nuevas corrientes de poder que luchan para establecer un nuevo orden mundial pudiendo afectar inclusive la soberanía de los países tal como la conocemos; el uso de tecnologías de información tales como la Inteligencia Artificial que permiten el análisis y control del comportamiento humano; la manipulación de la información en las redes sociales capaces de generar matrices de opinión a través de un alto porcentaje de “Fake News”, así como afectar la reputación de cualquier organización o persona; son, entre otras, algunas de las muchas amenazas anónimas, con un enemigo invisible, difíciles de identificar por estar en continua mutación, amenazas líquidas que se diluyen, se confunden y que, lejos de motivarnos a incorporarlas en nuestros análisis de riesgo, se nos presentan como grandes oportunidades obnubilando nuestra visión del futuro.
Por ello, más que nunca, es necesario desarrollar una visión de futuro compartida que refuerce principios básicos de creación de consciencia del riesgo, prevención, análisis del entorno, análisis de riesgos, capacidad de capitalizar los errores en mejoras (resiliencia), ya que ello nos dará la flexibilidad necesaria para responder oportunamente a los riesgos que tengamos que afrontar y siempre será más económico y de efectos más duraderos que cualquier otra acción correctiva.
Las anteriores serán siempre tareas continuas, y de alguna manera inconclusas, en una organización resiliente. Cada enunciado, bien entendido, se transformará en un conjunto de actitudes, conductas y acciones tangibles que podrán medirse a fin de verificar los progresos del cambio.
En nuestro trabajo hemos encontrado una variedad de capacidades que favorecen directamente al control de riesgos; entre ellas, están la resiliencia y la previsión como dos de las más importantes. Aunque existen otras, nos enfocamos allí porque resumen un conjunto de comportamientos muy vinculados a la seguridad. Por ello, en esta nueva versión del MAPS, el tema de la Previsión y la Resiliencia que anteriormente quedó como una reflexión final sobre el camino a recorrer en la gestión de la seguridad, ahora se incluye como un complemento fundamental en el desarrollo de la cultura de seguridad. Es así como, desde la inteligencia emocional pasando por la disciplina personal y hasta llegar al análisis sistemático de consecuencias, se convierten en elementos determinantes en la evolución de una organización “positiva” en la gestión de su seguridad.
Este concepto de una seguridad positiva parte de entender que no es suficiente vivir en un entorno libre de amenazas para sentirnos seguros. Es precisamente la búsqueda del bienestar a través de la seguridad lo que da una nueva y rica dimensión a la gestión de riesgos permitiendo, a través de ella, alcanzar un estado de paz y certeza, del individuo y las organizaciones, para el pleno ejercicio de la ciudadanía.
A esta nueva versión de MAPS hemos querido actualizarla convirtiéndola en MAPS21, haciendo referencia a los retos que este siglo ha traído consigo. Nos atrevemos a pronosticar la seguridad del futuro como un ejercicio de imaginación práctica sobre las nuevas organizaciones líquidas derivadas de la exigente realidad imbuida en la complejidad de los tiempos.
El MAPS21 nos ubica en el umbral de un mundo que apenas comenzamos a conocer. Necesitamos entenderlo antes de poder abordar plenamente nuevos métodos para mitigar los riesgos; de allí, que resulte indispensable crear consciencia de la naturaleza de las nuevas amenazas. En paralelo, necesitamos diseñar una seguridad que sea robusta pero flexible, con redundancia en sus procesos críticos, pero a la vez ligera y ágil en su proceder. Son los retos que impone el mundo líquido, donde nada dura mucho y la aceleración del cambio borra todo aquello que pretenda erigirse como permanente.
El MAPS21 conserva la estructura y temas del libro original y agrega una aproximación renovada a la seguridad, sin perder la esencia de los principios básicos de la gestión estratégica de riesgos que sigue hoy más vigente que nunca. Hemos querido, con este modesto aporte, reconocer a quienes nos han acompañado y apoyado a lo largo de estos años de ejercicio utilizando el MAPS como herramienta. Sabemos que con el aceleracionismo de los tiempos que vivimos, las palabras impresas pierden vigencia con rapidez, pero al escribirlas dejamos testimonio que por este camino alguna vez pasamos y marcamos una pequeña huella para que otros se orienten y extiendan la ruta.
El libro ya está disponible en sus versiones impresa y digital des el 1ro de diciembre de 2021.
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Morella Behrens L. y Alberto Ray S.
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Buenas tardes Sr. Alberto RAy, quisiera saber donde puedo adquirir aqui en venezuela sus libros MAPS y MAPS21
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