En pocos días se estará terminando este 2023, ha sido un año lleno de desafíos y cambios muy significativos para todos. A la seguridad le correspondió su parte; no sólo ocuparse del día a día cubriendo la primera línea de nuestras organizaciones, también asumiendo el reto de lidiar con la incertidumbre e identificar riesgos en el más alto nivel estratégico. Y es que la seguridad es así, transversalmente omnipresente para prevenir, proteger y planificar en el más amplio espectro.
A principios de este año me atreví a pronosticar el devenir de estos doce meses con esta conclusión: “La seguridad está obligada a cambiar a formas móviles, pero de tal poder, que sean capaces de transformar la incertidumbre en certezas y eso sólo es posible si partimos que la transformación comienza desde la propia mente del individuo.”
En estos meses he insistido de manera recurrente en la importancia de construir la seguridad desde adentro hacia afuera, colocando al individuo como el sujeto, no como el objeto de la seguridad. Aunque considero que esta tarea está lejos de completarse, creo que será un tema de reflexión en el futuro, especialmente al conectarlo con la relevancia que la Inteligencia Artificial ha ganado este año en varios aspectos de nuestras vidas.
La irrupción masiva de la Inteligencia Artificial ha cambiado irreversiblemente nuestro planeta, especialmente para aquellos de nosotros que nos dedicamos a la seguridad. La IA cada vez más asumirá el «control» de diversas funciones, desde la automatización inteligente de procesos hasta la formulación de análisis complejos de riesgos y la valoración de amenazas emergentes. A pesar de las preocupaciones sobre delegar tantas responsabilidades a un ente líquido como un cerebro fragmentado en servidores y conexiones en el ciberespacio, capaz de responder preguntas que ni siquiera hemos concebido, la IA seguirá abordando la seguridad desde afuera hacia adentro.
Por muy singular que sea, la Inteligencia Artificial seguirá abordando la seguridad de afuera hacia dentro, a partir de la fragilidad del ser humano, y no como el foco a partir del cual se construya una organización o una sociedad más segura. Nos corresponde, por tanto, seguir avanzando para lograr el primer objetivo de la seguridad, que no es otro que generar consciencia de los riesgos.
Quisiera, en este final de año, desearles un 2024 pleno de salud, logros y paz; y como no hay celebración sin regalos, me gustaría ofrecerles una breve recopilación de textos relacionados con la temática central de esta reflexión: «La seguridad comienza dentro de nosotros mismos».
Para descargar el documento, simplemente completen el formulario. Estaré encantado de recibir sus comentarios y opiniones.
La seguridad dentro de nostros mismo 2023
¡Agradezco a todos por ser lectores consecuentes!
