Qué es el de-risking Relaciones USA China

¿Qué es el de-risking?

En los últimos meses hemos escuchado desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos un término que en las relaciones internacionales se utiliza poco. Me refiero al de – risking o reducción de riesgos.

Según lo indica el propio Departamento de Estado, el de-risking es un fenómeno en el cual las instituciones financieras terminan o restringen relaciones comerciales con clientes o categorías de clientes para evitar, en lugar de gestionar, el riesgo. Sin embargo, en esta oportunidad, el de-risking se ha convertido en una política, principalmente orientada hacia China, y en el marco de lo que denomina el Estado norteamericano The great power competition.

La «política de reducción de riesgos» se refiere a un conjunto de medidas o acciones tomadas por un país o entidad para reducir los posibles riesgos o vulnerabilidades asociadas con un área o relación específica. En el contexto de Estados Unidos y China, la política de reducción de riesgos puede entenderse como esfuerzos para mitigar los riesgos derivados de asuntos económicos, geopolíticos o de seguridad nacional relacionados con su relación bilateral.

Esta política de reducción de riesgos entre Estados Unidos y China considera en primer término lo económico. En este sentido, Estados Unidos adopta políticas para abordar puntos de tensión relacionados con los desequilibrios comerciales, el robo de propiedad intelectual, prácticas comerciales injustas y barreras al acceso al mercado. Las medidas incluirían imponer aranceles, controles de exportación, restricciones a la inversión o sanciones para proteger las industrias nacionales y abordar los riesgos económicos percibidos.

Sin embargo, China parece haber reaccionado rápido a las intenciones de los Estados Unidos; a principios de julio de 2023 anunció que impondrá aranceles a semiconductores y fibra óptica: “China puso esta semana controles a la exportación de productos de galio y germanio, los que se usan en vehículos eléctricos y cables de fibra óptica. El abrupto anuncio de los controles a partir del 1 de agosto ha hecho que las empresas se apresuren a asegurarse el suministro y ha disparado los precios.” https://es-us.noticias.yahoo.com/eeuu-opone-china-controle-exportaciones-194902992.html

Otro terreno altamente sensible es el geopolítico. Aquí, Estados Unidos y China son grandes potencias mundiales y sus relaciones globales están ineludiblemente entrelazadas. Las políticas de reducción de riesgos pueden tener como objetivo gestionar o reducir las tensiones derivadas de disputas territoriales, actividades militares, preocupaciones sobre derechos humanos o comportamiento afirmativo en la región del Indo-Pacífico. Esto implicaría esfuerzos diplomáticos, despliegues militares, alianzas con otros países o políticas para limitar la influencia de China. En mi apreciación, los Estados Unidos han “descuidado” en los últimos años sus áreas de influencia, lo que ha facilitado la entrada de China utilizando su diplomacia de los préstamos para el desarrollo, y que ha terminado en un modelo sofisticado de control del Estado chino sobre la política y los recursos naturales o estratégicos en los países que penetra.

Un tercer aspecto en la política de de-risking tienen que ver con la codependencia tecnológica entre Estados Unidos y China. Dado que ambos países son líderes en tecnología, a Estados Unidos le preocupa la competencia tecnológica, la ciberseguridad y la posibilidad de que China obtenga ventaja tecnológica a través de medios injustos. Las políticas de reducción de riesgos impondrían controles de exportación sobre tecnologías sensibles, restricciones a las inversiones chinas en sectores estratégicos o esfuerzos para promover la innovación nacional y proteger la infraestructura crítica. En este punto, la disputa por la soberanía de Taiwán es clave, pues trasciende lo geopolítico. Como es bien conocido, la pequeña isla es el asiento de las fábricas más grandes y de tecnología más avanzada de microprocesadores en el planeta. Sobre este tema he escrito en el pasado, aquí les dejo el enlace:

https://albertoray.com/la-guerra-de-los-microprocesadores/

No podemos cerrar este breve análisis sin considerar el riesgo a la seguridad nacional de los Estados Unidos y que entra en el radar de esta política. Este es el campo que abarca la protección de la infraestructura crítica, información sensible y capacidades de defensa de posibles amenazas asociadas o provenientes de China. Los norteamericanos han venido evaluando las inversiones chinas, el control de las transferencias de tecnología y la cooperación en materia de inteligencia. Quizás este es el terreno más difícil y complejo de abordar, y en torno a cuál una política tendrá repercusiones inmediatas desde el país adversario, lo que puede llevar en corto tiempo a una escalada de tensiones.

En mi visión como analista, las políticas de reducción de riesgos son muy difíciles de desplegar en el corto plazo y requieren de parte del país que se siente amenazado un plan estratégico para ir desmontando las sobre dependencias que lo hacen vulnerable.

Para concluir, sólo voy a citar un caso de de-risking que ocurrió a principios de este siglo XXI; se trató de la reducción de dependencia que tenía los Estados Unidos del petróleo venezolano. En 2005, producto del riesgo político y el incremento de la pugnacidad de Hugo Chávez hacia el país del Norte, la administración del entonces presidente George W. Bush decidió reducir progresivamente las compras de petróleo a Venezuela e ir desarrollando nuevos proveedores domésticos en internacionales. Esta política se ha mantenido en las siguientes administraciones. En el período 2006 – 2018 (antes de las sanciones) el volumen de crudo vendido había pasado de 78.5 millones de toneladas al año a 20 millones de toneladas.

Política de de-risking en las compras de USA al petróleo venezolano
Histórico de importaciones de petróleo venezolano desde USA. Fuente: Estatista

Como suele ocurrir en medio de la complejidad acelerada que nos ha tocado vivir en estos tiempos líquidos, las decisiones estratégicas para la reducción de riesgos tienen consecuencias profundas y en ocasiones irreversibles en países y organizaciones. Quedaría por reflexionar si decisiones de esta naturaleza son económicamente justificables, sin embargo, en ocasiones, los riesgos trascienden el cálculo financiero y los impactos deben asumirse, a pesar de las consecuencias.

@seguritips

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