Para liderar en un mundo complejo y riesgoso no es suficiente con tener dominio de la organización que se conduce, también es necesario poseer un profundo conocimiento del entorno, pero sobre todo, de sus amenazas. Este entendimiento de la realidad extramuros resulta una competencia indispensable para el líder de seguridad. En las siguientes líneas, exploraré cómo una visión integral de entorno marca la diferencia entre una organización vulnerable y otra resiliente.
Un líder integral en seguridad debe tener un conocimiento sólido del entorno en el que opera su organización. Esto implica comprender los factores externos que podrían afectar la seguridad, así como las tendencias del mercado, los cambios políticos y sociales, y las amenazas emergentes. Este conocimiento permite al líder anticipar posibles riesgos y tomar medidas preventivas adecuadas para proteger a la organización.
Del entorno proviene buena parte de los riesgos de una organización. De allí que le corresponde al gerente de seguridad ponerse en primera línea, tanto para identificar las amenazas, evaluar sus probabilidades e impactos, como priorizar las acciones que subsanen tempranamente los flancos expuestos.
En la seguridad de algunas organizaciones, este proceso de reconocimiento e identificación de las amenazas del entorno y sus consecuentes acciones se le identifica como Inteligencia de Negocios, aunque para la seguridad, va un poco más allá, pues así no existan amenazas reales, debe observarse la realidad de manera anticipativa y sistemática. Sobre este tema he escrito en el pasado y está brevemente definido en un par de artículos: La observabilidad, el nuevo proceso de la seguridad y La anticipación y su valor en la seguridad.
Además del entorno general, un líder de seguridad debe conocer a su competencia. Aquí se trata de entender cómo operan otras organizaciones similares en términos de seguridad, qué medidas de protección utilizan y cuáles son sus posibles vulnerabilidades. Conocer a la competencia no solo permite al líder identificar las mejores prácticas en seguridad, sino también desarrollar estrategias más efectivas y estar un paso adelante en la protección de la organización.
La respuesta frente al desafío del entorno se llama adaptabilidad y actualización constante, ya que el entorno, al ser completamente líquido está en permanente movimiento. Un líder de seguridad necesita mantenerse al tanto de los avances tecnológicos, nuevas tendencias en seguridad y las tácticas utilizadas por los actores maliciosos. La capacitación continua y la participación en redes profesionales son claves para estar actualizado y tomar decisiones informadas en un entorno complejo.
Un aspecto complementario que fortalece al liderazgo radica en promover la cooperación, tanto dentro de la organización, como con otras entidades relevantes, ya sean agencias de seguridad gubernamentales, organizaciones de la industria y socios comerciales. La colaboración permite compartir información y mejores prácticas, fortaleciendo así las defensas de seguridad de todas las partes involucradas.
En resumen, un líder integral va más allá de tener control sobre su organización. Comprende la importancia de conocer en profundidad el entorno y la competencia. Esto le proporciona la capacidad de anticipar amenazas que podrían poner en riesgo a la organización, y así actuar con resiliencia frente a los riesgos. El conocimiento dinámico del entorno permite además, conocer las tendencias y los cambios en el mercado, la política y la sociedad, lo que le brinda una visión más clara de los posibles riesgos y desafíos. Al estar al tanto de estas variables externas, el líder puede tomar decisiones estratégicas informadas y desarrollar planes de seguridad adaptados a la realidad.
Excelente artículo que nos invita a profundizar en nuestra labor de anticiparnos a los potenciales riesgos que puedan afectar el patrimonio de nuestras organizaciones. A la velocidad en la que el entorno cambia, la habilidad de analizar con precisión lo que pueda afectarnos es una herramienta fundamental que nos garantizará mantenernos competitivos y seguir siendo socios del negocio.
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