Modelo de competencias profesionales de la seguridad

Modelo de competencias para el profesional de la seguridad*

La complejidad de estos tiempos nos está llevando a un punto en el cual formar líderes en seguridad se está convirtiendo en uno de los desafíos más urgentes de nuestra profesión.  Es un reto que no sólo implica el compromiso de las organizaciones que necesitan perfiles de alto nivel para gerenciar sus riesgos, involucra igualmente, al líder en formación, a quien corresponde adquirir con agilidad, la consciencia para entender su responsabilidad y asumirla con pasión.

Para responder a estos retos, hoy, buena parte de los sectores profesionales y técnicos, así como industrias específicas han desarrollado modelos de competencias para preparar a sus talentos a lo largo de sus carreras. La seguridad no escapa a ello, de allí que ASIS International y otras organizaciones han venido construyendo sus propios estándares que sirven de guía para las organizaciones y los líderes en formación. Desde el punto de vista empresarial es clave que exista un modelo de competencias para conducir a los talentos en formación en su ruta para alcanzar los niveles de madurez necesarios. Esto no es proceso instantáneo, toma tiempo, esfuerzo, dedicación y mucha preparación.

Empecemos por decir que un modelo de competencias es una colección de capacidades que juntas definen un desempeño exitoso en un entorno laboral específico. Los modelos de competencias son la base de funciones importantes de recursos humanos, como reclutamiento y contratación, capacitación y desarrollo, y gestión del desempeño.

La primera gran lección para un aspirante a líder en seguridad es aprender a liderarse a sí mismo. No es necesario estar a la cabeza de un organigrama para ser un líder, pues el primer escalón en la pirámide de competencias está directamente vinculado con el desarrollo de destrezas personales. Habilidades tales como; el autocontrol, la disciplina, el trabajo en equipo y otros atributos personales esenciales para todos los roles de la vida forman parte de este primer nivel en el modelo de competencias. Generalmente estos se aprenden en el hogar o en la comunidad, y se perfeccionan en la escuela y en el lugar de trabajo.

En un segundo nivel están las competencias académicas que se aprenden principalmente en un entorno educativo. Incluyen funciones cognitivas y estilos de pensamiento. Las competencias académicas suelen aplicarse a todas las industrias y ocupaciones.

Luego en el nivel tres vienen las competencias laborales. Estas abarcan rasgos, estilos interpersonales y de autogestión, así como otros elementos aspiracionales del individuo. Este es el punto en el cual el profesional en formación puede optar por una certificación como la APP de ASIS. Una vez que el profesional aprende a liderarse a sí mismo, comienza el trayecto para liderar a otros.

Los niveles cuatro y cinco de la pirámide de competencias comprenden aspectos relacionados con la formación técnica, el conocimiento del sector y la especialización en puestos específicos de trabajo. Es aquí donde se capacitan los profesionales en el uso de tecnologías particulares y en el que se adquieren destrezas de alto nivel. Esta es la capa de las certificaciones de especialización como el PCI y el PSP. Es también en este punto en el cual las aptitudes del liderazgo organizacional comienzan a destacarse.

Un profesional de la seguridad que alcanza el quinto nivel de competencias es considerado un especialista o experto en su área. A partir de este punto existen aun niveles de competencia superiores o de capa estratégica, en torno a los cuales se desarrollan otras capacidades, tales como; el pensamiento estratégico, conocimiento profundo del entorno y habilidades de liderazgo de alto desempeño. La certificación CPP y otras de rango gerencial y directivo se encuentran en este estadio de desarrollo profesional. En la cúspide de la pirámide de competencias se encuentran los líderes que lideran a otros líderes.

Este vuelo rasante sobre las competencias para la formación de profesionales y líderes de seguridad cubre solo algunas de las áreas clave que se esperan sean dominadas por alguien que va a conducir desde la dirección, la gestión de riesgos de las organizaciones.  Lo más importante es que todas estas competencias son desarrollables en el tiempo, siempre que el profesional de la seguridad se haya preocupado por asumir su carrera con sentido integral y con visión estratégica. Frente a los desafíos de este mundo complejo y líquido no podemos conformarnos con menos, de allí la imperiosa necesidad de formar talentos para que en un futuro no muy lejano y por encima de las dificultades, tengan todas las herramientas para tomar las mejores decisiones.

*Este artículo fue originalmente publicado en el boletín de ASIS Caracas Capítulo 32 en 2023

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