El oráculo de Delfos, primeras agencias de inteligencia de la humanidad

Los oráculos – Historia del espionaje – Capítulo 6

Los oráculos podrían ser considerados como las primeras agencias de Inteligencia de la antiguedad.  En realidad, un oráculo era una respuesta de los dioses que llegaba a las personas a través de unos médium o sacerdotes. Tanto los mensajes que enviaba una deidad cuando era consultada, como el lugar especial donde se recibían eran considerados oráculos. Estos mensajes no eran directos, solían llegar de forma enigmática y repleta de simbolismos.

Los intermediarios del mensaje divino han tomado varias formas a través de la historia; podían ser sacerdotes y sacerdotisas, videntes, profetas, adivinos, o en la antigüedad, por medio de la Pitia o Pitonisa griega y romana, o de la Sibila, incluso a través de interpretaciones de símbolos sobre piedras, como las Runas, o descifrando señales físicas, por ejemplo, el tintineo de campanillas, el sacrificios de animales, o la lectura  de las estrellas sobre el firmamento, como el horóscopo; también de símbolos sobre cartas, como el Tarot, o sobre un texto, como el libro chino del I ching.

En la Grecia Antigua, los oráculos eran consultados para obtener información y consejos sobre el futuro, la guerra, la política y otros temas importantes. Las respuestas del oráculo a menudo se tomaban muy en serio y se utilizaban para guiar las decisiones de los líderes y gobernantes.

Esta figura del oráculo fue mutando y consolidándose en el tiempo, hasta llegar a convertirse en verdaderos centros de inteligencia. En Grecia, los oráculos eran considerados como canales de comunicación con los dioses y se creía que podían ofrecer respuestas y consejos divinos sobre el futuro, la vida y la muerte, y los asuntos políticos y sociales. La función principal de los oráculos era proporcionar orientación y conocimiento divino a los individuos y comunidades que buscaban su ayuda.

El oráculo más famoso de la Grecia Antigua era el Oráculo de Delfos, dedicado al dios Apolo. Los visitantes al Oráculo de Delfos presentaban sus preguntas al sacerdote de Apolo, quien a su vez realizaba una serie de rituales para comunicarse con el dios y obtener una respuesta. La respuesta se daba en forma de enigmáticas frases poéticas conocidas como «oráculos», que eran interpretadas por los sacerdotes y traducidas al lenguaje cotidiano para ser entendidas por el consultante.

Los oráculos también se utilizaban para tomar decisiones políticas importantes, como la elección de líderes o la declaración de guerra. Los líderes de las ciudades-estado griegas a menudo consultaban los oráculos antes de tomar decisiones importantes, creyendo que la intervención divina aseguraba el éxito de sus acciones.

Cuando me propuse escribir esta historia del espionaje, siempre tuve presente que debía darles un lugar especial a los oráculos porque de alguna manera representaban para la estrategia militar o política una señal de referencia necesaria antes de tomar decisiones. En tal sentido, en la actualidad, esta función oracular es realizada por analistas en las más variadas ramas del saber, pero muy en particular, por las agencias de Inteligencia de naciones y ejércitos.

El espionaje, como una de las actividades desarrolladas por la Inteligencia implica recopilar información sobre las actividades de otros países, grupos o individuos para tomar decisiones importantes en temas como la seguridad nacional, la política exterior, la economía y otros. La información obtenida a través del espionaje puede utilizarse para evaluar amenazas potenciales, identificar oportunidades y tomar decisiones informadas.

Ambos, oráculos y espionaje, involucran la recopilación y el uso de información para tomar decisiones importantes. Sin embargo, mientras que los oráculos se basaban en la consulta a seres sobrenaturales o divinidades, el espionaje utiliza técnicas más terrenales, como la vigilancia electrónica, el análisis y la infiltración de redes.

Otra analogía que quería hacer en este capítulo está vinculada a la función que cumplían los oráculos en la antigüedad y el papel de la Inteligencia Artificial en la sociedad moderna.

Al igual que los oráculos, la IA puede proporcionar respuestas y consejos basados en datos y modelos complejos, y puede ser utilizada para tomar decisiones importantes en muchos ámbitos de la vida, desde la política y la economía hasta la ciencia y la medicina.

La Inteligencia Artificial podría ser vista como un medio para comunicarse con «los dioses» modernos, es decir, los datos y la información que nos rodean. Al igual que los antiguos griegos creían que los dioses controlaban los acontecimientos del mundo, hoy en día dependemos cada vez más de los datos y los algoritmos para comprender y tomar decisiones en nuestro mundo cada vez más complejo y conectado. Sin embargo, similar a los oráculos, la inteligencia artificial tiene sus limitaciones y puede ser influenciada por sesgos y errores en los datos y en los modelos que utiliza, así como por la ambigüedad de sus mensajes.

El Oráculo de Delfos, si bien el más famoso, no fue el único. En mi investigación me conseguí con algunos otros que vale la pena citar:

  • El Oráculo de Zeus en Dodona: Se encontraba en Epiro, en el noroeste de Grecia. Según la leyenda, las respuestas del oráculo eran transmitidas por los árboles sagrados del lugar y por las palomas que vivían en ellos.
  • El Oráculo de Amón en Siwa: Ubicado en la región de Siwa, en el norte de África. Fue consultado por Alejandro Magno en su campaña de conquista del Imperio Persa.
  • El Oráculo de Trofonio en Lebadea: Estaba en la ciudad de Lebadea, en Beocia. Se decía que las respuestas del oráculo eran transmitidas a través de un pozo sagrado y que quienes las consultaban debían pasar por un ritual de purificación antes de hacerlo.
  • El Oráculo de Apolo en Claros: Localizado en la región de Jonia, en la costa del mar Egeo. Se decía que las respuestas del oráculo eran transmitidas por un árbol sagrado y por las fuentes sagradas del lugar.

Estos son solo algunos ejemplos de los oráculos que existieron en la Grecia Antigua, pero había muchos otros en la cuenca del Mediterráneo y el resto del mundo antiguo. Cada uno tenía su propia historia y mitología, y eran importantes para la religión y la cultura de la época.

Pero las supersticiones no eran un asunto exclusivo de la antigüedad. Existen evidencias sobre las creencias de Hitler en relación con el número Siete (7). El líder nazi estaba convencido que tenía poderes especiales, y con frecuencia pedía consejo a los astrólogos y a los adivinos en torno a decisiones vinculadas con esa cifra. Era tal la creencia de Hitler en la astrología, que los oficiales Aliados consultaban a sus propios expertos, con la esperanza de anticipar de qué manera el horóscopo del dictador podría influir en la guerra.

Sin importar los líderes, los tiempos y las creencias, las brujas, de que vuelan, vuelan…

@seguritips

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