Nuevas formas de vigilancia. El nuevo panóptico

El nuevo panóptico

La sociedad disciplinaria es un concepto desarrollado por el filósofo francés, Michel Foucault en su obra Vigilar y Castigar. Según Foucault, la sociedad disciplinaria es una forma de organización social que surgió en la era industrial y que se caracteriza por el control regulatorio de la vida social y personal mediante la disciplina.

En la sociedad disciplinaria, el poder se ejerce a través de una serie de técnicas, tales como la vigilancia constante, la normalización y la corrección individualizada. Estas técnicas son utilizadas por diversas instituciones sociales, como las prisiones, las escuelas, los hospitales y las fábricas con el propósito de controlar el comportamiento y la conducta de los individuos.

Para Foucault, la sociedad disciplinaria es una forma de ejercer el poder que es más eficaz y sutil que los modos anteriores de poder basadas en la violencia y la represión directa. A través de la disciplina se amolda al individuo desde su propio ser, haciendo que su comportamiento sea conforme a los intereses del poder dominante, lo que perpetúa y reproduce las relaciones de poder existentes.

Este concepto ha tenido una influencia importante en el pensamiento crítico y en el análisis de las formas de poder y control social en la sociedad contemporánea a través de la vigilancia. Esta vez, sin embargo, quisiera referirme al panóptico, otro término que fue ampliamente analizado y discutido por Michel Foucault en libro Vigilar y Castigar.

El panóptico es un modelo de prisión ideado por el filósofo y jurista británico Jeremy Bentham en el siglo XVIII, cuya idea central se basa en que los presos son vigilados constantemente por un guardia ubicado en una torre central. La disposición arquitectónica de la prisión es tal, que el guardia central puede ver a todos los presos al mismo tiempo, mientras que los presos no pueden ver al guardia. Esto crea una situación en la que los presos no saben cuándo están siendo observados y, por lo tanto, se comportan como si siempre lo estuvieran.

El efecto del panóptico es que los presos se autovigilan y se disciplinan a sí mismos. El miedo a la observación constante y el castigo inminente se convierten en un hábito y esto permite la normalización y la disciplina de los individuos en el sistema penitenciario. Foucault utilizó el concepto de panóptico para ilustrar cómo el poder disciplinario puede operar en otras instituciones sociales como las escuelas, hospitales y fábricas. La idea del panóptico fue muy relevante en la teoría crítica y en la comprensión de la vigilancia, el control y la disciplina de la sociedad contemporánea.

Foucault, quien falleció en 1984 no tuvo oportunidad de observa cómo en la sociedad postmoderna, el concepto de panóptico ha evolucionado y se ha adaptado a nuevas formas de vigilancia y control social. Si bien la forma arquitectónica del panóptico es menos común en la actualidad, la idea de la vigilancia constante y el control disciplinario sigue siendo una característica central de la sociedad postmoderna.

Hoy en día, la tecnología ha permitido nuevas formas de vigilancia y control social que son más sutiles y omnipresentes que las técnicas disciplinarias del pasado. Por ejemplo, las cámaras de seguridad, el reconocimiento facial, la monitorización en línea y las redes sociales son algunas de las formas en que la vigilancia y el control se han expandido en la sociedad postmoderna.

 

Además, en la sociedad postmoderna, la disciplina se ha internalizado en la forma de autovigilancia y autodisciplina, lo que significa que los individuos se controlan a sí mismos para adaptarse a las normas y expectativas de la sociedad. Esto se manifiesta en la forma en que los individuos se presentan en las redes sociales, en cómo gastan su tiempo libre y en su estilo de vida en general. El “ente” vigilante ha dado paso a un modo de vitrina digital, a la que me referí en el libro Riesgos Líquidos, en la cual mostrarse en las redes es una especie de validación profiláctica y adictiva del individuo.

Riessgos Líquidos Alberto Ray desafíos a la seguridad global

Byung-Chul Han en tiempos más recientes ha argumentado que la sociedad disciplinaria ha dado paso a la sociedad del rendimiento. Han es un filósofo y ensayista surcoreano que ha escrito ampliamente sobre la cultura y la sociedad contemporánea.

Según Han, la sociedad disciplinaria, tal como la describió Michel Foucault, estaba basada en la represión y la prohibición, donde la disciplina se imponía desde arriba y se ejercía a través de técnicas como la vigilancia constante, la normalización y la corrección individualizada. En contraste, la sociedad del rendimiento se caracteriza por el exceso de positividad y la autoexplotación. En esta sociedad, el individuo se somete voluntariamente a la disciplina y al control, en lugar de ser impuesto desde fuera. La disciplina y la vigilancia ya no son vistas como restricciones externas, sino como medios para alcanzar el éxito y la satisfacción personal.

En la sociedad del rendimiento todo se convierte en una tarea, incluyendo la felicidad. Aquí la vida se ve como un proyecto continuo. El individuo debe ser productivo y eficiente en todo lo que hace, incluso en su tiempo libre, y debe estar constantemente mejorando y optimizando su rendimiento.

Si entendemos a Han, el nuevo panóptico ha sido internalizado en cada uno de nosotros y ya no es necesario que nos vigilen desde fuera, pues voluntariamente, a través de nuestros smartphones transmitimos nuestras vidas en vivo y sin filtros, haciendo de dominio público lo que antes era privado. Este comportamiento no es un agregado a la forma de vivir posmoderna, sino que es inmanente a la sociedad, mostrarnos es parte de nuestra propia autoexplotación, lo que nos hace sentir más productivos dentro de esa sociedad del rendimiento.

Hemos llegado a un punto paradójico para la seguridad, bajo estas nuevas formas de vigilancia, al autovigilarnos nos sentimos más reconocidos y productivos en la sociedad, por eso no es de extrañarnos que ya muchas empresas de telecomunicaciones y tecnología hayan decidido “regalarnos” sus mejores teléfonos y otros gadgets, pues hemos aceptado voluntaria y adictivamente portar nuestro panóptico.

@seguritips

 

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