En el libro Riesgos Líquidos me referí a la necesidad que tienen hoy las organizaciones de evolucionar a modelos de gestión más ágiles y con capacidad de anticipación frente a las potenciales amenazas que puedan enfrentar. Estas organizaciones se conocen como Altamente Confiables (HRO, por sus siglas en inglés).
Una Organización Altamente Confiable se asienta en cuatro pilares, en torno a los cuales alinea sus objetivos estratégicos. Estos pilares son:
- Estructura
- Cultura
- Visión
- Liderazgo
En los últimos años, Morella Behrens y yo hemos desarrollado, en alguna medida, algunos de estos aspectos a través del modelo MAPS, sin embargo, hemos puesto más énfasis en el pilar de la estructura y la cultura, lo que no significa que la visión y el liderazgo sean menos importantes. De hecho, son tan relevantes que nuestro objetivo ahora es explorar y desarrollar un marco de referencia MAPS para el líder de seguridad y su visión frente a los desafíos que está confrontando.
Este marco al que hago mención, creemos debe ser una especie de guía de formación para el profesional de la seguridad que necesita adquirir destrezas que lo posicionen como un líder capaz de afrontar en primera línea los riesgos de su organización, y que progresivamente, le permita ascender en la escalera gerencial hasta niveles de alta dirección.
Visto de esa forma, el líder de seguridad debe ir haciéndose más capaz en la medida que asciende en responsabilidades dentro de la organización, mientras adquiere conocimientos y madurez profesional. En cuanto a los tiempos, es difícil adecuar el desarrollo del liderazgo en un marco temporal, sin embargo, puede entenderse como una carrera en tres etapas; una fase inicial de aprendizaje, una etapa intermedia de fortalecimiento en conocimientos especializados y un tercer nivel de formación gerencial y conducción de equipos. En todo caso, el proceso va a depender de los talentos y destrezas propias del líder, el entorno y las circunstancias que deba confrontar y, por supuesto, de la organización de la que forme parte.
Estas etapas pueden interpretarse como los escalones para ascender en el liderazgo, y a cada una puede asociarse un conjunto de competencias medibles. A continuación, les presento una aproximación general sus contenidos:
Etapa inicial (Lidérate a ti mismo): esta es la base de todo liderazgo y se inicia con el desarrollo de capacidades de autoconocimiento tales como; saber escuchar, organización y disciplina en el trabajo, trabajo en equipo, disposición a aprender y seguir instrucciones, motivación al logro y obtención de resultados, valores y ética en el trabajo, inteligencia emocional, comunicación efectiva y planificación de proyectos, entre otras competencias básicas, pero fundamentales para la formación de líderes.
Etapa intermedia (Lidera a otros): este nivel se orienta a la formación de competencias técnicas especializadas y desarrollo de conocimiento para el diseño, planificación y ejecución de proyectos de seguridad, tanto tecnológicos, como de otra índole. Algunas competencias asociadas a esta etapa están relacionadas con aspectos tales como; la supervisión, planificación del tiempo, coordinación de equipos de trabajo, presentación de resultados, desarrollo de criterios técnicos para la toma de decisiones en el terreno y desarrollo de inteligencia práctica orientada a la proactividad y la resiliencia. Es en esta etapa dónde más valor tienen las certificaciones profesionales y los cursos para construcción de conocimientos.
Etapa avanzada (Liderar a los que lideran): este nivel puede considerarse como el escalón de formación estratégica del líder en seguridad. Es aquí donde se desarrolla el pensamiento estratégico y las competencias analíticas para dirigir equipos de trabajo. Entre las competencias relevantes de la etapa avanzada se encuentran áreas tales como; el análisis de entorno, coaching, planificación estratégica basada en riesgos, fijación de objetivos, networking multidimensional, desarrollo de visión a largo plazo y manejo de la complejidad y la incertidumbre.
La formación de líderes tiene siempre dos ámbitos, uno interno vinculado con las aspiraciones, motivaciones y disciplina del líder en proceso de construcción, y otro, que tiene que ver con la madurez de la organización y su propia capacidad y disponibilidad para moldear el liderazgo que la va a conducir.
Frente a los desafíos que hoy tiene la seguridad, no es posible lograr HROs sin líderes de seguridad conscientes de su responsabilidad. Hoy, liderar significa tener la determinación de cambiar la realidad inclusive antes de tener el poder para lograrlo.
Excelente obra, que no debe pasar por alto ningún profesional de la seguridad moderna!!!
Recomiendo la lectura de esta magnifica obra!!!