El largo viaje de los Riesgos Líquidos

Hoy me siento feliz por que luego de casi cinco años de reflexión y escritura ha salido a la venta mi libro más reciente: Riesgos Líquidos.

Escribir un libro es comparable a realizar un largo viaje. Antes de partir debes empacar un buen equipaje, sin embargo, en el camino vas adquiriendo objetos y recuerdos que engrosan significativamente las maletas, el cerebro y el corazón y terminas regresando cargado de vivencias y experiencia. Tan es así que el viaje no termina al retorno, apenas empieza cuando contamos los detalles de la travesía.

En ese trayecto de reflexión, lectura y escritura, al igual que los viajes, a veces es difícil saber cómo va a terminar y en ocasiones son más las ideas que quedan guardadas que aquellas que se convierten en palabras escritas, tal como en los viajes, donde siempre nos quedamos con las ganas de ver más y de hacer más. En fin, un proyecto editorial siempre es una aventura de la que se aprende mucho, y esta, de los Riesgos Líquidos no ha sido la excepción.

Aunque este libro no fue gestado en la pandemia del COVID, sí fue en buena parte escrito durante ella, por lo que era casi imposible no utilizarla como base y ejemplo de varios argumentos, pues la experiencia vivida en estos dos años ha sido única y pienso que de ella sacaremos muchas enseñanzas en el futuro. Quizás lo más valioso de este tiempo fue la posibilidad de mirarnos hacia adentro y calibrar un poco, no sólo el sentido de la vida sino de nuestra profesión, y si lo que estamos haciendo está contribuyendo a cambiar aquello que creemos debe ser mejorado.

Si hay algo que me enorgullece de trabajar en el campo de la seguridad es que lo que hacemos tiene un impacto real y directo en la vida y en el desempeño de personas y organizaciones. La seguridad está conectada con cuidar, prevenir, conservar y proteger, lo que no es cualquier cosa. Por eso, he querido con este modesto aporte contribuir a formar una conciencia más profunda y arraigada de los peligros y las amenazas que estos nuevos tiempos traen consigo, y frente a las cuales, la primera y probablemente única clave para abordarlos y salir bien librados está dentro de nosotros mismos.

La seguridad del futuro que es ya la seguridad del presente debe estar centrada en el sujeto porque depende enteramente de su conciencia. Si bien necesitamos de lo externo para protegernos y no podemos prescindir de todos los recursos que hoy nos brinda la tecnología, la esencia de la seguridad está en la capacidad que tengamos de emanar desde nuestras aptitudes y actitudes una forma distinta de estar en el mundo. Es como lo digo en el libro, una seguridad para sí misma, que al construir la plena consciencia del riesgo hace al sujeto eje y valorador activo de los peligros que le circundan, permitiéndole decidir con previsibilidad una ruta para desmontarlos, inclusive antes que se hagan evidentes.

Los riesgos son líquidos porque son incontenibles, se derraman con facilidad y trascienden nuestras capacidades para mitigarlos, por ello, mientras más temprano y rápido los entendamos, en mejor posición estaremos para abordarlos. Junto a ellos, marcha la complejidad del entorno que no podemos ni obviar ni simplificar porque es irreductible y está fundida en la liquidez de los riesgos.

Espero que los desafíos que conforman estos riesgos para la seguridad global, lejos de intimidarnos nos anime a entenderlos y confrontarlos con la actitud de aquel que practica el jiujitsu, quien, en lugar de resistirse a la fuerza del oponente, la aprovecha para fluir con ella y transformarla a su favor para derrotarlo.

Que tengan una buena lectura.

El libro está disponible en Amazon en versión tapa dura y en electrónico.

Me encantaría que luego de leerlo puedan compartir sus opiniones y comentarios en la sección de Reviews de Amazon.  Veo que los tiempos de entrega del libro es de tres semanas, creo que porque se trata de un libro de tapa dura, creo que esos tiempos van a reducrise un poco en los próximos días. Gracias por la paciencia.