EL compromiso del éxtio en el liderazgo en seguridad

El compromiso del éxito en el líder de seguridad

En el competitivo y desafiante mundo de la seguridad, liderar para ganar no es solo una aspiración, sino una necesidad imperante. Los profesionales de la seguridad se enfrentan a diario a una amplia gama de riesgos y amenazas, y para sobresalir en este campo, es esencial desarrollar habilidades tangibles de liderazgo. Si bien, existe una gama amplia de competencias clave para liderar con éxito, en esta oportunidad me voy a centrar en dos que pueden guiar a nuestros profesionales en la senda correcta, estas son: conocerse a sí mismos y practicar lo que predican.

Conocerse a sí mismo es un primer paso crucial en el camino para formarse como líder. Quien carece de autoconocimiento no puede liderar a otros, y menos aún conducir a sus organizaciones frente a realidades altamente demandantes. En el ámbito de la seguridad, esto implica una comprensión profunda de las fortalezas y debilidades personales, así como la capacidad de reconocer y controlar las emociones propias y las de los demás.

Un líder en seguridad que se conoce a sí mismo aprovecha sus fortalezas para abordar los desafíos con confianza, mientras es consciente de sus debilidades y trabaja para mejorarlas. Es una competencia que permite mantener la calma y la objetividad en situaciones de alta presión, lo que es crucial para tomar decisiones informadas y liderar a otros de manera proactiva y con sentido de resiliencia. La capacidad de gestionar el estrés y tomar decisiones fundamentadas bajo presión es esencial en un entorno donde cada segundo cuenta. Al comprender sus propias reacciones emocionales, los líderes van a mantener la claridad mental y transmitir esa serenidad a su equipo, lo que les permitirá actuar con mayor grado de certeza frente a situaciones críticas.

Practicar lo que se predica es otro elemento vital en el liderazgo para ganar. Los profesionales de la seguridad deben ser ejemplos vivos de las normas y los principios que defienden. Esto implica actuar con integridad, cumplir con los más altos estándares éticos y demostrar coherencia entre sus palabras y acciones. Un líder en seguridad que practica lo que predica inspira confianza y respeto en su equipo, lo que a su vez fortalece la unidad y la colaboración. Cuando los demás ven que un líder se adhiere a los mismos estándares que exige a los demás, se sienten motivados a seguir su ejemplo y trabajar hacia un objetivo común.

La combinación de conocerse a sí mismo y la coherencia entre palabras y acciones crea un líder de seguridad formidable. Del líder se espera que tome decisiones informadas y gestione con sabiduría las situaciones desafiantes. Al comprender sus fortalezas y debilidades, puede construir un equipo complementario que lo apoye en áreas en las que pueda carecer de experiencia.

No obstante, el camino hacia el liderazgo efectivo en seguridad no es fácil. Requiere un compromiso constante con el crecimiento personal y profesional. Los líderes deben estar dispuestos a aprender de sus experiencias, reflexionar sobre sus acciones y buscar oportunidades de mejora. Además, deben mantenerse actualizados sobre el entorno y las últimas tendencias gerenciales y tecnológicas, ya que solo a través de un conocimiento vigente podrán liderar a sus equipos hacia la victoria.

A medida que el profesional de la seguridad enfrenta desafíos cada vez más complejos y cambiantes, su capacidad para liderar se vuelve aún más crucial, pues se requiere de él (o ella) criterios sólidos y defendibles, lo que sólo es posible a partir de la autoconfianza que se genera del conocimiento propio y la autoridad ganada a partir de sus acciones. Si un líder no se adhiere a los mismos estándares que exige a los demás, su credibilidad se verá socavada y será difícil para su equipo confiar y seguir sus directrices. La integridad y la coherencia entre palabras y acciones son fundamentales para ganar el respeto de los subordinados y motivarlos a dar lo mejor de sí mismos.

En tal sentido, los líderes de seguridad también deben ser conscientes del impacto de sus acciones en la cultura organizacional. Si un líder promueve la importancia de la seguridad, pero no toma en serio las políticas y procedimientos establecidos, enviará un mensaje contradictorio a su organización. Por el contrario, al ser un ejemplo a seguir y practicar lo que predica, fomentará una cultura de seguridad sólida, donde todos los miembros del equipo estén comprometidos con la protección y el bienestar de la organización.

Un reto para la seguridad de la organización es contar con elementos de evaluación de desempeño de sus líderes en relación con el autoconocimiento y practicar lo que se predica. Aunque la medición precisa de estas habilidades puede ser un desafío, existen formas de evaluarlas en el contexto del liderazgo en seguridad. A continuación, se presentan algunas ideas sobre cómo medir estas habilidades:

Evaluación de 360 grados: Una manera de obtener una visión completa de las habilidades de liderazgo de una persona es a través de una evaluación de 360 grados. Esta evaluación recopila retroalimentación de diferentes perspectivas, incluyendo superiores, subordinados, compañeros de trabajo y otros miembros del equipo de seguridad. Las preguntas abordan aspectos tales como;  reconocer y trabajar en sus debilidades, si es percibido como alguien que actúa de acuerdo con lo que predica, si es honesto y ético en su trato con los demás, entre otros.

Autoevaluación y reflexión personal: Los líderes pueden llevar a cabo una autoevaluación honesta y reflexionar sobre su propio desempeño en relación con el autoconocimiento y la coherencia. Pueden hacerse preguntas como: ¿Cuánto tiempo dedico a conocerme a mí mismo y entender mis fortalezas y debilidades? ¿Soy consciente de cómo mis acciones afectan a los demás y a la cultura de seguridad en mi organización? ¿Sigo consistentemente los principios y normas que defiendo? Al responder a estas preguntas de manera sincera, los líderes pueden obtener una visión interna de su nivel de autoconocimiento y si están practicando lo que predican.

Evaluación del comportamiento observado: Los líderes también pueden ser evaluados en función de su comportamiento observado en situaciones reales. Esto implica que los superiores o compañeros de trabajo observen cómo el líder maneja diferentes desafíos y evalúen si su comportamiento es coherente con lo que predican. Por ejemplo, ¿se adhiere a los procedimientos de seguridad establecidos incluso en situaciones de alta presión? ¿Actúa con integridad y transparencia en todas sus interacciones? Los observadores pueden proporcionar retroalimentación específica sobre cómo el líder se desempeña en relación con el autoconocimiento y la coherencia entre palabras y acciones.

Resultados y logros: Los resultados y logros también son indicadores de la efectividad de un líder en relación con el autoconocimiento y la coherencia. Si un líder ha demostrado habilidades para reconocer y aprovechar sus fortalezas, es probable que haya logrado resultados positivos en la gestión de la seguridad. Del mismo modo, si un líder ha practicado lo que predica y ha establecido una cultura robusta de seguridad, es probable que se refleje en métricas como la reducción de incidentes o la mejora de la conciencia de seguridad en el equipo.

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Si bien estas medidas no son exhaustivas y varían según el contexto y la organización, proporcionan una base inicial para evaluar las habilidades de liderazgo relacionadas con el autoconocimiento y hacer lo que se predica.

Es importante recordar que el liderazgo efectivo es un proceso en constante evolución y que ninguna evaluación individual puede capturar por completo todas las dimensiones de estas habilidades. Sin embargo, utilizar diferentes métodos de evaluación proporciona una imagen más completa y precisa del nivel de autoconocimiento y coherencia de un líder.

Además de la evaluación, también es esencial brindar oportunidades de desarrollo y capacitación a los líderes en estas áreas. El autoconocimiento y la coherencia entre palabras y acción son habilidades que se pueden mejorar y fortalecer a lo largo del tiempo. Los líderes deben participar en programas de desarrollo personal, coaching o capacitaciones específicas que les permitan profundizar su autoconocimiento, desarrollar habilidades de inteligencia emocional y aprender estrategias para mantenerse fieles a sus principios en todas las circunstancias.

Liderar para ganar en el ámbito de la seguridad requiere un abordaje basado en el autoconocimiento y la coherencia entre palabras y acciones. Los líderes que se conocen a sí mismos aprovechan sus fortalezas y trabajan en sus debilidades, mientras que aquellos que practican lo que predican establecen una base sólida de confianza y credibilidad en su equipo. Al combinar estos dos principios, los profesionales de la seguridad van a liderar de manera altamente efectiva y confiable, y así enfrentar los desafíos con determinación para lograr el éxito en su misión de proteger a sus organizaciones.

De la misma manera, medir las habilidades de liderazgo relacionadas con el autoconocimiento y hacer lo que se predica es una tarea desafiante, pero existen enfoques que van a ayudar a evaluar estas cualidades en el contexto del liderazgo en seguridad. La combinación de evaluaciones de 360 grados, reflexión personal, observación del comportamiento y resultados alcanzados proporcionan una visión más completa del nivel de efectividad de un líder en estas áreas clave. Además, es importante brindar oportunidades de desarrollo y capacitación para fortalecer estas habilidades y fomentar un liderazgo más sólido y coherente.

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